martes, 26 de marzo de 2013

El estado comatoso de la prensa clásica

¿Hacia dónde va la prensa en papel? ¿Qué busca? Mejor dicho, ¿qué posibilidades busca y qué posibilidades tiene? ¿Quién sigue comprando el periódico si tiene ADSL (y sabe cómo funciona)? La prensa tal y como nació está muriendo por momentos. Los quioscos no apuestan por la venta de más de 10 ejemplares al día, tirando por la alza, y las tiradas de diarios van cayendo. Es tan simple como la ley de la oferta y la demanda; creo que no estoy siendo un erudito. Se dice desde las redacciones y direcciones que lo que ofrece la prensa escrita generalista es un rigor y una precisión mayores a la hora de transmitir la información sobre un acontecimiento, frente a la espontaneidad e inmediatez de las versiones web o las redes sociales. ¿Cuánto piensan que va a durar eso? Sencillo: hasta que los profesionales de los medios se especialicen en las versiones web. La noticia saltará igual por Twitter a partir de ahora, tuiter o Tuiter como mucho, pero dos horas después (que no 24), el contenido será igual de elaborado que el de cualquier periódico en papel; sólo es cuestión de que los periodistas emigren al nuevo y agresivo sector.

No estoy diciendo que yo sea un defensor aférrimo de la nueva prensa, ni mucho menos. Simplemente hablo desde la experiencia, observando la situación presente y contemplando las posibilidades futuras, fácilmente reconocibles. La prensa dejará de tener ingresos, porque nadie comprará periódicos. Tratarán de invertir en publicidad para sacar beneficio de algún lado, pero ¿a qué publicista se le ocurriría invertir en un medio muerto, sabiendo cómo son? ¡No habrá dinero! ¿Y AHORA QUÉ? Pues caerán en la conclusión de que su producto debe trasladarse a la red, nuevo núcleo de información. Creerán que haciéndonos pagar por visitar la página o por acceder a su contenido más completo salvarán el negocio, olvidando, por supuesto, la divulgación expansiva de la red, los piratas y los hackers, que acabarán siendo profesionales bien remunerados.

Así pues, el chiste viene fácil: "Internet killed the newspaper's star". La prensa se hunde en un foso de arenas movedizas y no se da cuenta de que cuanto más se mueve, más se hunde.

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